¿Ves el vaso medio lleno o medio vacío?

El vaso con agua.
Ver el vaso medio lleno o medio vacío, en el fondo, no es lo que debería interesarnos.
Ambas son interpretaciones.

Dependen del estado interior de quien lo mira:
hoy, alegre, lo veré medio lleno;
mañana, tras una discusión, medio vacío.

Siempre que interpretamos, estamos juzgando el mundo desde la mente, desde nuestra subjetividad.
Ni buena ni mala, simplemente condicionada por nuestras creencias, valores y experiencias.
Interpretar es mirar la vida desde la mente pensante y sintiente, esa voz interna que opina de todo y que nunca descansa.

¿Y sabes por qué es tan importante darte cuenta de esto?
Porque todo sufrimiento nace de estar identificados con esa mente, creyendo que lo que pensamos es lo que somos.

Cuando lo ves, cuando lo reconoces, empieza el camino de regreso a Casa,
a tu esencia más genuina, a este Amor que simplemente Es.

Cuando notes que estás interpretando,
haz una respiración consciente.
Siente el aire, el cuerpo, el instante.
Estás de nuevo en el presente.

Y desde ahí, describe lo que ves sin juicio:
el vaso no está medio lleno ni medio vacío,
es un vaso con agua hasta la mitad.

Nada más.

Tan simple como eso.
Tan liberador como eso.
Porque la mente interpreta,
pero la conciencia observa.

Y cuando observas, la paz emerge sola. ✨
No se trata de ver el vaso lleno ni vacío,
sino de ver la vida tal como es.