Aquí te dejo un buen texto si tienes ganas de lectura… Como puedo acompañar a algún lugar que no haya ido antes yo mismo?
Mientras voy haciendo textos para la nueva web surgen palabras. En este post, hablo de lo que he aprendido gracias a mi propio camino de autoconocimiento y desaprendizaje de muchas teorías y condicionamientos de todo tipo.
No entro con anécdotas que ya irán viniendo, pero si, te cuento lo hasta donde he podido llegar en mí y ahora ofrezco a quien le resuene a través del proyecto “Volver a Casa” con diferentes propuestas y un único objetivo común:
poder hacer simple, claro y directo el aprendizaje de experimentar que es vivir más allá de la mente y las emociones para conectar y dejar aflorar el Amor que ya está dentro de nosotros.
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Lo que ofrezco en todas las diferentes actividades que propongo desde el proyecto Volver a Casa, y desde la mirada de la psicología consciente, es un destilado de todo lo aprendido durante mis cincuenta primaveras de vida y sobre todo, los últimos treinta, donde un libro abrió de golpe y dentro de mí interrogantes que gritaban respuesta, era cuando tenía unos veintiún años y el libro, Juan Salvador Gaviota de Richard Bach.
Hace más de diez años que acompaño personas, y acompañar significa aprender con cada una de ellas, y siempre con la mirada y el anhelo de hacer más simple, claro y directo el acompañamiento, mientras tanto sigo aprendiendo de mis patinazos o derrapes, como toca cuando toca! Gracias a la práctica, cada vez menos.
A través de mi búsqueda interior, he podido conocer muchas técnicas bien auténticas y desde muchas miradas diferentes, terapeutas, auténticos Maestros de conciencia, algunos a través de libros, personas muy especiales… Todas y todos me han acompañado con más o menos intención y traza, en mi propio camino terapéutico. Todos ellos y ellas han sido un espejo donde aprender y desaprender sobre todo.
Lo que ofrezco a través de Volver a Casa, es simplemente lo que más me ha ayudado a mí, y veo que también ayuda a quien lo practica, no hacen falta demasiadas cosas la verdad.
He aprendido desde experimentarlo en mí, que el sufrimiento está presente en las personas porque no hemos sabido darnoscuenta que lo que aprendimos inconscientemente de los doce años para abajo, aún hoy condiciona la vida del adulto/a o preadulto/a.
Lo que nos hizo dolor al pasado inconsciente, hoy es sufrimiento a través de otras situaciones y personajes.
El Amor es lo que todos y todas en definitiva hemos venido a vivir, y aún hoy, la mayoría de la sociedad hemos tenido unos padres y estos otros que han buscado más la felicidad a través de cosas externas que el Amor que está dentro desde el nacer. Nos han dado lo que ellos les habían dado, más un “ te quiero” que un “ té amo“.
Esto es lo que la mayoría de la sociedad ha recibido de los progenitores, el legado de generaciones que han tenido que vivir mucho sufrimiento en sus almas.
Inconscientemente sentimos un vacío que no se acaba de saciar nunca con nada, y, nos pasamos los doce años hasta cuando toca, cada persona tiene su momento, persiguiendo el amor para llenar el vacío que sentimos, o huyendo del amor en toda acción que podemos porque no queremos ni podemos a menudo, ver el vacío. lo hacemos sin saberlo! Esto es lo que nos hace perder…
Vamos de frustración en frustración, yo mismo, cuando no sabía que no hay vacío para llenar cuando dejas de identificarte con la mente y las emociones, aquí es cuando puedes darte cuenta viviéndolo, que el Amor único e igual en todo el mundo, está dentro, lleno a rebosar.
Todo lo que te puedo ofrecer y acompañar, es el vivido a través de mi proceso terapéutico de estos treinta años, con los aprendizajes y los diferentes maestros, desde muchas miradas diferentes, más auténticas y más fantasiosas, junto con la carrera de psicología clínica, pero sobre todo, con el estudio individual e interno de más de veinte años utilizando plantas medicinales encaradas al trabajo de la propia conciencia y inconsciencia.
Este poder mirar y experimentar con mi mente desde dentro, ha hecho que entienda mucho más aún lo que nos pasa fuera y como un simple pensamiento puede crear un universo, pocos pero se dan cuenta.
Resumido y, aquí es la clave de mi trabajo desde la psicología consciente, podemos estar desde dos posiciones viviendo la vida.
Una es estando identificados con las emociones y los pensamientos, el cabezota, el casco, intentando controlar el mundo que nunca acabamos de controlar y demasiadas veces sí sufrir.
O, simplemente podemos ser observadores conscientes de la realidad que tenemos delante, sin querer añadir o quitar nada, mientras la Vida nos va viviendo y nosotros haciendo lo mejor que sabemos a cada segundo.
Desde más allá de la cabeza, está la Única Vida real que podemos experimentar, el presente, vivido con los cinco sentidos, aquí puede haber dolor, pero ya nunca más sufrimiento. Desde aquí la vida es mucho más simple, sencilla y plena.
Cuando estamos en la cabeza, tarde o temprano habrá sufrimiento, porque estamos presos de los condicionamientos y aprendizajes que vivimos inconscientemente cuando éramos niños.
La mente se instala medio los ojos y el mundo que nos rodea haciendo de filtro porque interpretamos lo que vemos desde nuestra mirada. Cada cosa que no nos gusta es en el fondo, lo que nuestro inconsciente ha grabado, de un pasado no demasiado positivo y que ahora sin saberlo es reconocido delante y reaccionamos automáticamente sin poder hacer demasiado, aún.
La resistencia a lo que nos pasa es lo que hace que acabamos “enfermos”. La enfermedad es desde esta mirada que te propongo, la mejor manera que tiene el cuerpo para avisarnos de que no estamos haciendo las cosas como debería, el aviso ruidoso.
La mirada de la psicología consciente está basada en entrenar la mente, de las personas en poder darse cuenta cuando no están presentes ni conscientes, esta es la base y mi entrenamiento durante unos buenos años, desde aquí nace este acompañar.
Por otro lado e igual de importante, es necesario que nos queramos hacer responsables del 50% de lo que vivimos en negativo, los conflictos con quién o qué sea.
Mientras tanto vamos entrenando, también vamos analizando que hay en el presente que nos esté produciendo sufrimiento, es donde está el final de un hilo que nos conduce a las raíces, a la causa de lo que tengo delante que me hace resistir y activar.
Si queremos crecer en el Amor, tenemos que aprender a asumir con humildad que lo que sufrimos también hay un cincuenta por ciento de responsabilidad nuestra, por lo tanto, sólo depende de uno mismo/a cambiar, simplemente dejando de añadir la parte que cada uno pone. Y el juego inconsciente acaba.
Soy el primero que he tenido que curar mis heridas y dejar de tener miedo a mirarlas para poder acompañar, como también he tenido que aprender a domar este deseo que me llevaba a perseguir sueños hechos de humo.
Cuanto más practico lo aprendido y lo que enseño,además me siento con los pies en el suelo y más lejos de pensamientos y emociones invalidantes que hacía que viviera la vida de una manera muy poco auténtica.
Saber que cada día me toca hacer lo mejor que sepa, sabiendo que no tengo que demostrar nada a nadie y menos a mí, viviendo en libertad de elegir lo que mi coherencia respetuosa me dicte, sintiendo dentro de mí una calma que nace de ver la mente y las emociones en su sitio, presentes pero sin interferir demasiado. Y todo con el gozo interno de aquel niño que fuí y que ahora a través del adulto puedo vivir el mejor legado, mirar el mundo con la máxima inocencia que puedo sin que la mente y las emociones interfieran demasiado y haciendo lo mejor para sólo vivir el único segundo que puedo vivir sin la mente activada en un pasado o en el futuro, es decir, el Ahora tan famoso.
Este es el premio que puedo disfrutar hoy, y el premio que puedes disfrutar si te decides practicar-lo. El entrenador y el alumno están dentro de ti, yo sólo te mostraré lo mapa que he caminado para que hagas lo que mejor sientas mientras tanto caminamos juntos a través de alguna propuesta que te ofrezco con el acompañamiento terapéutico o a través de la Naturaleza y las Barracas.
Psicología consciente, presencia y conciencia, y cincuenta por ciento!
Seguimos !!
Oriol